Básicamente, un jabón de afeitar es un producto que se fabrica a través de un proceso de saponificación muy similar al de otros tipos de jabónes naturales. Sin embargo, en el caso de los jabones de afeitar, los ingredientes se seleccionan para maximizar la espuma y su lubricación y protección de la piel contra la cuchilla de afeitar. Ademas, los jabones de afeitar de primera calidad van a nutrir e hidratar la piel, reduciendo así los efectos de la irritación de la piel que suele provocar el afeitado. Un jabón de afeitar de primera calidad dejará tu piel más saludable y con mejor aspecto. Además, nuestros jabones de afeitar de calidad vienen en una variedad de maravillosas fragancias que ayudan a que el afeitado sea una experiencia placentera.
Entonces, ¿cómo se usa? A diferencia de las cremas de afeitar de supermercado, el jabón de afeitar requiere un poco de trabajo y de preparación y para hacerlo bien, necesitarás una brocha de afeitar. Primero debes mojar la brocha, pero no demasiado, así que sacude el exceso de agua.
Luego, lleva la brocha mojada al recipiente de jabón y gírala durante 30 a 60 segundos, según el tipo y la dureza del jabón y el tipo y la firmeza de la brocha. Con un poco de práctica, sabrás cuánto jabón necesitas cargar en tu brocha. No se preocupe, si no carga suficiente, siempre puedes volver al contenedor de jabón y cargar un poco más.
Una vez que tengas tu cepillo cargado de jabon, tienes dos opciones. La primera y más rápida es usar el cepillo directamente en tu cara para generar la espuma. Esta técnica genera la espuma y la aplica en el rostro al mismo tiempo. Si la espuma está demasiado seca, puedes sumergir ligeramente la punta de la brocha en agua tibia para hidratarla. Ten cuidado de no añadir demasiada agua; quieres una espuma espesa y firme, no una espuma ligera y escurridiza. Por lo general, la brocha tendrá suficiente jabón en ella para generar espuma en tu cara dos o tres veces con facilidad. Sólo necesitas un poquito de jabón, por lo que tu jabón debería durar varios meses.
El segundo método, y el que prefiero, es utilizar un tazón para generar la espuma antes de aplicarla en tu cara. Esto toma un poco más de tiempo, pero tiene varias ventajas:
- puedes calentar tu tazón para crear una espuma agradablemente tibia.
- tienes más control sobre la calidad de la espuma. Puedes añadir más fácilmente agua o jabón según sea necesario y tomarse el tiempo que deseas para batirla hasta obtener la consistencia perfecta.
- Este método generalmente requiere menos jabón y te permite controlar la cantidad que utiliza de manera más eficiente.
Una vez que el tazón de afeitado se llene con una espuma cremosa y de fragrante, puedes seguir adelante y aplicarla a tu cara o a cualquier parte del cuerpo que necesites afeitarte.
Así de simple es. Puedes ahorrar dinero y tener una experiencia mucho más agradable usando un jabón de afeitar natural de calidad y un cepillo en lugar de usar crema de afeitar barata en una lata que es ineficaz y está cargada de productos químicos.